Testigos y profetas de la alegría
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Resumen
La noticia fue una sorpresa. La comunicó el Papa Francisco al concluir el encuentro con los Superiores Generales en noviembre del año pasado. Del 29 de noviembre de 2014 al 2 de febrero del 2016 celebraremos el año de la vida consagrada. Pero, por debajo de los mismos, como una corriente de agua viva, que empapa la vida de las personas y comunidades religiosas, está el Espíritu Santo que mantiene este “milagro” –la vida consagrada– en la Iglesia y en el mundo. Desde el inicio de esta reflexión es obligado dejar constancia de la gratitud hacia el Papa Francisco por haber puesto la mirada en los consagrados para que este año se haga memoria y se celebre el gran don de la vida consagrada y precisamente reflexionar en este contexto el don de la alegría y la obligación como seguidores de Jesús de dar testimonio de ella.