El terna de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, "Discípulos y misioneros de  Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida", que fue presentado con cierta amplitud en el Documento de Participación, ha sido motivo de reflexión en el ámbito eclesial latinoamericano,  especialmente en las Diócesis y Conferencias Episcopales que se aprestan a dar sus aportes teológicos
y pastorales con miras a la elaboración del Documento de Síntesis. También el mundo de la Academia (Universidades, Institutos Teológicos, Centros de Formación Pastoral) está contribuyendo, con sus estudios e investigaciones, a crear espacios de diálogo fecundo sobre el seguimiento del Señor en estos tiempos de globalización y secularismo. Ese es el caso del grupo de estudiantes que cursan en el ITEPAL los programas de Licenciatura o de Doctorado en Teología, estudios avalados por la Universidad Pontificia Bolivariana-UPB de la Arquidiócesis de Medellín, Colombia. En los artículos que presentarnos en este número se hacen distintas aproximaciones al tema del discipulado.

En las reflexiones que hacen los colaboradores de este nuevo número, dedicado a la preparación de Aparecida, se considera como una praxis loable el que la Iglesia de América Latina y el Caribe haga periódicamente una lectura oficial de los últimos documentos del Magisterio Petrino, que se han  convertido siempre en el telón de fondo de cada una de las Conferencias Generales. Esto nos ha llevado a incursionar en los tres documentos pontificios mencionados arriba, elaborando una serie de reflexiones teológicas y pastorales para hacer más accesible su lectura y para examinar la incidencia que pueden tener en la realización de la V Conferencia y, sobre todo, en el dinamismo misionero del Continente.

La preparación de la V Conferencia ha sido diseñada para recabar la participación, no solo de Obispos y sacerdotes, sino de todo el pueblo de Dios; y para despertar, desde ya, una mística de seguimiento
del Señor, fundamentada en el encuentro con Jesucristo vivo, en la conversión de corazón, en la comunión fraterna y en el resurgir misionero latinoamericano y caribeño. Para ayudar a este propósito
el CELAM, después de recibir variados aportes de distintas instancias eclesiales, elaboró el "Documento de Participación" (que antes se llamaba "Documento de Consulta"), el cual consta de cinco capítulos: 1) El anhelo de felicidad, de verdad, de fraternidad y de paz (nos. 1-20); 2) Desde la llegada del Evangelio a América Latina y el Caribe vivimos nuestra fe con gratitud (21-35); 3) Discípulos y misioneros de Jesucristo (36-93); 4) Al inicio del Tercer Milenio (94-158); 5) Para que nuestros pueblos en Él tengan vida (159-174). Este texto está complementado con un índice analítico y tres anexos: Evoquemos a discípulos y  misioneros santos; Contenidos y metodología de la misión; Cómo ser discípulo de Cristo hoy? El  Documento de Participación viene acompañado de unas Fichas de trabajo que facilitan el estudio y la elaboración de los aportes. Este número de la Revista Medellín también quiere ser un material
de apoyo para facilitar una reflexión teológico pastoral del documento.

Medellín se complace en presentar una serie de estudios sobre la comunión, elaborados por algunos de los presbíteros en sus trabajos de tesis para optar por el título de Licenciatura Canónica en Teología. En estos artículos se profundiza en el origen, la naturaleza, el modelo y el fundamento teológico de la  comunión eclesial, adentrándose en el corazón del misterio de la comunión trinitaria; se urge, desde
una aproximación bíblica y patrística, el diseño de un nuevo modelo de presbítero, caracterizado por la fraternidad, el servicio, la dimensión misionera y la cercanía a los pobres y pequeños, lo cual exige una vida en comunión en el presbiterio, una corresponsabilidad desde la diversidad de carismas y ministerios, y una formación permanente para el pastoreo; se identifica la caridad pastoral como la raíz de la identidad del presbítero, la cual se vuelve una exigencia del estilo de vida propio, no solo del presbítero como tal, sino del candidato al presbiterado desde su formación inicial; se destaca la dimensión  comunicativa de la celebración eucarística desde una perspectiva teológica, con el fin de valorar como lugares teológicos tanto a la celebración como a la comunicación, ya que en ellas se revela el rostro de Dios y se hace realidad su proyecto salvífico; y se proyecta en la formación permanente del presbítero, en
sus diversas dimensiones, como uno de los elementos fundamentales del seguimiento del Señor que exige un proceso de conversión, de identidad vocacional y de comunión fraterna.

La Revista Medellín ha querido unirse a estas Bodas de Oro del CELAM propiciando una reflexión sobre lo que ha significado este organismo eclesial en los aspectos histórico, teológico y pastoral. Agradecemos a los autores su dedicación y sus valiosas aportaciones con miras a una síntesis de los logros que se han obtenido y de las dificultades que se han presentado en este caminar, que prestarán, sin duda, un  significativo servicio en la preparación de la V Conferencia.

El anuncio del kerigma para el hombre y la mujer, que peregrinan hoy en nuestra región, es una tarea de indudable prioridad para la Iglesia, que exige, en primer lugar, un conocimiento objetivo de la situación real en que viven nuestros pueblos. Para anunciar la Buena Nueva, en forma dinámica y actualizada a los tiempos que vivimos, es necesario asumir la realidad sociocultural del entorno. Por eso, en este número de la Revista Medellín, dedicado al tema del Kerigma para el mundo actual, hemos querido presentar, además de los artículos elaborados por catequetas de diversos países del Continente, una síntesis de los informes sobre la situación social y eclesial, que las Conferencias Episcopales entregan al CELAM cada dos años con motivo de la celebración de la Asamblea General Ordinaria. 

En el marco de la preparación de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, hemos querido publicar este número monográfico sobre el tema de la cultura. Hoy se necesita, como dice el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, “tanto una conversión cultural como una conversión pastoral, pues los cambios de nuestra cultura actual son inéditos y afectan profundamente la vida nuestros  contemporáneos” (Centros Culturales Católicos, Vademécum, Presentación). Una conversión que tenga como clave  para el discernimiento la encarnación del Hijo de Dios, por medio de la cual manifiesta su solidaridad con la humanidad.

La presente entrega de la Revista tiene una temática que incluye desde la pastoral vocacional y familiar, el discernimiento vocacional y la identidad del presbítero, hasta su misión evangelizadora y su misión secular. Los autores son sacerdotes de la Licenciatura en Teología con énfasis en Formación Sacerdotal, procedentes de Argentina, Brasil, Colombia, México y Nicaragua. El tema que hemos escogido ahora es éste: “Hacia una identidad y misión presbiteral”. Tomados en conjunto, estos trabajos tienen su lógica interna y su unidad, y nos permiten recorrer en compañía de los autores, un camino y un proceso hacia el sacerdocio.

El pasado 14 de Febrero de 2004 el Consejo Episcopal Latinoamericano- CELAM y un numeroso grupo de Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y Laicos de México y de diversos países de América Latina y el Caribe, se reunieron en el Seminario Palafoxiano de Puebla para celebrar, con un acto académico, las Bodas de Plata de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en ese lugar en enero de 1979, la cual fue presidida por el Papa Juan Pablo II, en su primer viaje apostólico.  La Revista Medellin tiene el gusto de presentar a sus asiduos lectores el texto completo de estas intervenciones que iluminarán, sin duda, el quehacer de la Iglesia en nuestros pueblos.

En este número de la Revista Medellín hemos querido publicar las ponencias y las Conclusiones del CAM2-COMLA7, antecedidas por el Mensaje del Papa Juan Pablo II a los participantes del mencionado Congreso. Esperamos que la lectura y difusión de sus contenidos contribuyan a lograr el objetivo del Congreso: “Animar la vida de las Iglesias Particulares del continente para que, desde su experiencia evangelizadora, asuman responsable y solidariamente el compromiso de la misión ad gentes”.

Con este número monográfico sobre Liturgia, la Revista Medellín quiere unirse a la celebración del 40  aniversario de la Constitución Sacrosanctum Concilium (SC), promulgada por el Papa Pablo VI el 4 de diciembre de 1963. Fue el primer documento del Concilio Vaticano II.

Como una primicia para nuestros lectores y como un estímulo para sus autores, estamos dedicando este número monográfico de nuestra Revista Medellín a la publicación, de lo que a nuestro parecer, son excelentes trabajos de investigación de seis de nuestros exalumnos procedentes de México, Nicaragua, Argentina y  Colombia, quienes cursaron la Licenciatura en Teología con énfasis en Formación Sacerdotal.

Una loable tradición nos permitía dedicar el último número del año a la Catequesis. Dificultades de  distinto orden nos impidieron cumplir este propósito el año anterior; fue así como la espiritualidad latinoamericana y la pastoral juvenil nos antecedieron. Hoy regresamos, entonces, con el tan anhelado como importante tema de la Catequesis. El hilo conductor que ofrece la Revista Medellín, esta vez, es el de la iniciación cristiana de los adultos y el catecumenado.

En este número se parte del complejo universo de las culturas juveniles y sus expresiones, de la realidad juvenil política actual y del análisis de su relación y participación en el mundo socio-político; pasamos por
las formas de evangelización de la juventud desarrolladas por la Iglesia a través de la historia y profundizamos en la actitud de Jesús hacia los jóvenes; y así llegamos a temas fundamentales como la
formación bíblica, la espiritualidad, la animación misionera, el acompañamiento y la dimensión vocacional de la Pastoral Juvenil, y la realización y el discernimiento del proyecto de vida.

Conscientes de nuestra tarea animadora en la vida y acción pastoral, queremos aportar elementos de espiritualidad enmarcados en el contexto latinoamericano y caribeño. Es la riqueza de una Iglesia que se perfila en la sociedad continental con nuevo vigor, dando signos de esperanza a los millones de hombres y mujeres que conocen de primera mano, las consecuencias de una humanidad que ha querido olvidar y construir un proyecto social sin Dios.

Los artículos que presentamos, son un esfuerzo por ayudarnos a realizar el proyecto pastoral que desde Santo Domingo está llamado a afectar y renovar los métodos pastorales de nuestra Iglesia. Gracias a la colaboración de Monseñor Affonso Felipe Gregory, los Padres Alberto Antoniazzi, Jaime Vélez, sj, Tony Mifsud, sj y Francisco Merlos, no solo hacemos memoria de Santo Domingo, sino que reconocemos un hito en nuestra historia eclesial continental. Recordando además, que la ilusión que alimentó en ese  entonces a nuestra Iglesia, continúa vigente. Porque si la Iglesia en el continente proclama la fe en “Jesucristo ayer, hoy y siempre”, estamos seguros que esta fe se ha de expresar en obras concretas evitando la dicotomía entre fe y vida.

Este número de la Revista dedica sus páginas a la Reflexión de la Pastoral Bíblica de la Iglesia. Así como el Escriba convertido al Reino de Dios que saca de su tesoro cosas Nuevas y Viejas (Mt 13,52). Todos los artículos son un esfuerzo por presentar los distintos aspectos de esta pastoral.

En la presente entrega tenemos el agrado de compartir una seria reflexión sobre las cuatro dimensiones de la formación sacerdotal (humana, espiritual, intelectual y pastoral), tanto en su aspecto inicial como en su contexto permanente. Nuestros autores quieren en efecto, demostrar que no debe haber solución de  continuidad entre una y otra. La inicial debe quedar abierta a la permanente y ésta debe volver  continuamente a la inicial.

Creemos, y por medio del aporte de estudiosos y expertos en el tema de la catequesis, en este número de nuestra revista Medellín, que la acción catequizadora en la Iglesia continental, está llamada a ser portadora de la Buena Nueva. Es decir, ayudar a las personas a ser más personas, a que crezcan en  humanidad. Y desde esta experiencia de crecimiento, asumir el estilo de vida de Jesucristo y la causa suya: ser  constructores del Reino de Dios.

A partir de la vertiente ético-social que estimula la solidaridad, y gracias al aporte del grupo de expertos y estudiosos de la materia, en este número de nuestra revista, estamos convencidos que"globalizar la solidaridad" en este momento, es un apostar por proyectos que miren y apunten por el respeto de la dignidad de todo ser humano. Creemos que la economía solidaria orienta su actividad, desde el empeño
perseverante por la búsqueda del bien común, hacia la rentabilidad de sus actividades económicas en función de la rentabilidad social; es decir, busca el desarrollo integral de las personas y las comunidades que se empellan en ella, pues la acumulación económica que se da, pertenece a sus asociados y su provecho debe revertir al bien de todos, de la familia, de la sociedad y del Estado.