El papel fundamental de la familia se ilumina y fortalece cuando se comprende que "Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza: llamándolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor11 (FC, 11). Esta convicción es la que acompaña a la Iglesia cuando anuncia con gozo, esperanza y seguridad la Buena Noticia sobre la Familia. Esto porque en ella se va gestando el futuro de la humanidad y, se va actuando la acción decisiva y creadora de la Nueva Evangelización (SD, 210). Más aún, si asumimos el desafío de querer participar en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria, hemos de partir por hacer que la familia sea convertida para nosotros en una prioridad básica, sentida, real y operante, por cuanto en ella se da el primer espacio para el compromiso social (SD
64, 268).
Publicado: 1999-03-01