Sin lugar a dudas, -aunque lejano en el tiempo-, san Pablo constituye en la actualidad un valioso  testimonio de “oyente de la palabra” y de pasión por transmitirla. En ese sentido, tendrá qué ser un referente obligado en la realización de la Misión Continental. Desde esta perspectiva, consideramos muy pertinente el aporte que hacen los colaboradores de este número de Medellín, tanto en lo referente a la Pastoral Bíblica y la Animación bíblica de la pastoral, como a los diversos énfasis en relación a san Pablo y la Palabra, a saber: Pablo: servidor y heraldo de la palabra, en donde se muestre a este gigante del Evangelio, como un discípulo “enamorado de la Palabra, un maestro de la Palabra y un valeroso predicador de la Palabra”; El vigor de la palabra, en donde el propio Pablo demuestra que la Palabra de Dios es fuerte, vigorosa, firme y fi el a sí misma. En esta misma línea, los últimos artículos resaltan aspectos del pensamiento y enseñanza de san Pablo, que pueden ser iluminadores para la vida y misión de la Iglesia en el contexto actual. Es nuestro deseo que los aportes que se ofrecen en este número de Medellín sirvan de estímulo para seguir profundizando en la riqueza del pensamiento y testimonio de san Pablo en orden a darle un fuerte dinamismo a la Animación bíblica de la pastoral, alma de toda la vida
cristiana, así como de la vida y misión de la Iglesia.