Ante un mundo radicalmente extraviado y, por ende, urgentemente necesitado de salvación, se requiere una Iglesia decididamente comprometida con esta causa. Pero esto no será posible sin una radical inmersión en el misterio de Cristo, que la convierta en un signo vivo de su presencia. Sólo así será capaz de realizar el “nuevo estilo de vida pastoral” que hoy es menester. Esto exige una profunda conversión pastoral, cosa nada fácil, pues se trata de una llamada muy exigente, que toca lo más profundo de su ser. La conversión pastoral exige de la Iglesia fidelidad a su vocación, vida de santidad, renovación y restauración de costumbres, relaciones, estructuras, métodos, modo de ejercer la autoridad, lenguajes, etc. En suma, le exige un estilo de vida acorde con la vida y la praxis pastoral de Jesús.
Publicado: 2021-07-27